Buenos días!
¿Qué tal va la semana? La mía fenomenal, aunque aún ando tratando de recargar del todo las pilas, ya que el jueves pasado fue mi cumpleaños y he tenido un fin de semana intenso de celebraciones. Estoy pensando en hacer una entrada para enseñaros mis regalos de cumple, porque hay bastantes potis, ¿os apetece?
Bueno, hoy os traigo una review. El producto que os quiero enseñar causó mucha expectación cuando os enseñé en esta entrada, "
Mini Haul de Soap & Glory", y por ello, de entre todos, he decidido reseñarlo el primero.
Aquí lo tenéis. Es el
corrector Kick Ass de la firma inglesa
Soap&Glory, y esta es la imagen exterior del producto.
Pero claro, lo que os pasó cuando lo enseñé la otra vez, es que era difícil de creer que en esa cucada de cajita, pudiésemos encontrar tantas cosas como esconde...
Si la abrimos, lo primero que nos encontramos es una primera tapita en la que se alojan unos polvos traslúcidos compactos, con una borlita. Mira, mirad...
Estos polvos, de apariencia blanquecina, quedan totalmente incoloros al difuminarlos. Los polvos traslúcidos no son mágicos. Se ven trasparentes porque tenemos que aplicar muy poca cantidad y muy difuminada, no estos, sino los de cualquier marca. Si nos ponemos un pegote, ya os aseguro yo que quedan blancos ;), pero entonces los estaremos usando de forma incorrecta. Estos en concreto, son un polvo muy muy fino, que nos sirve para fijar el corrector una vez aplicado este. Además matifican. En mi opinión, sellar/matificar el corrector da un montón de puntos a un maquillaje.
Ahora vamos con la segunda parte... ¿Qué se esconde bajo la tapita de los polvos? Como podéis ver en las siguientes imágenes, en el piso de abajo, nos encontramos con dos colores de corrector y un espejito. ¿No os parece una auténtica cucada?
A parte del packaging, que merece muy buena nota, el producto me ha gustado bastante. Como podéis observar, nos encontramos con dos tonos de corrector, uno salmón y otro biege más amarillento. Por si alguien no lo sabe, los distintos tonos de correctores nos sirven para camuflar las imprefecciones de distintos colores que tenemos sobre nuestra piel. De este modo, según el círculo cromático, los colores opuestos se neutralizan, por ello emplearemos el corector salmón para tapar zonas que tiendan a azuladas (es el caso de la zona de la ojera de algunas personas), y el beige/amarillento para camuflar puntos que tiendan más al violáceo (también sobre todo en ojeras).Al igual que utilizamos correctores de tonos verdosos para cubrir rojeces.
El tacto de estos dos correctores en crema es muy suave y cremoso. Yo también tengo el corrector salmón de Kryolan, y el de Soap&Glory se trabaja muchísimo mejor. El de Kryolan es mucho más seco, hasta el punto que a veces cuesta tomarlo del godet y aplicarlo en la piel. Con este no sucede y aún así, en cuanto se fija en la piel queda totalmente seco, no se cuartea y los pliegues no son excesivos (porque si tenemos pliegues en la piel, los correctores no los hacen desaparecer). Por mi experiencia diría que el beige es algo más seco que el salmón.
Aquí unas fotos de los swatches, para que veáis los tonos.
De todos modos, bajo mi punto de vista, ambos correctores deben usarse antes de la base de maquillaje. Para que el acabado sea bonito debemos cubrirlos con un producto que sea del mismo color que nuestra piel, y nos dé uniformidad al rostro.
La fundamental pega que tiene este producto es que no podemos comprarlo en España y, hasta donde yo sé, tampoco se comercializa a través de Internet. Esta marca se vende en Londres, en concreto a mí me lo compraron en droguerías Boots, y su precio es de unas 12 libras.
Bueno, espero que os haya gustado la reseña, y ya me contaréis si os lo traéis de algún viajecillo.
Vosotras... ¿Qué tonos de correctores utilizáis?
¿Qué otras marcas o tipos me recomendaríais?
Un besazo!